martes, 26 de febrero de 2013

Dividida


Era la primera ves después de mucho que volvía a verlo. Sus ojos marrones y su mirada seria, me cautivaron por completo otra vez. Tenia tantas ganas de abrasarlo con todas mis fuerzas, de darle un beso y decirle cuanto lo había extrañado, que esta vez, a pesar de todo seria diferente. Pero me mantuve seria y distante. Tal vez él no había cambiada, tal vez seguía siendo el mismo chico de siempre, dulce pero a la vez un perfecto cretino. Lo conocía bien, por eso podía estar segura que seguía siendo el mismo pero él, ya no me conocía a mi. Había pasado un año desde la ultima vez que lo vi y que perdí total contacto con él, por todo el daño que me causo aquella noche. Un año en el que mi vida había cambiado para siempre e irremediablemente. Ahora todo era distinto, me dije a mi misma y lo mire a los ojos nuevamente.

-        Hola Marcus- hable y le di un besito en la mejilla. Su colonia me invadió los pulmones por completo y sentí después de mucho que estaba cerca de alguien que en verdad quería. Me aleje con lentitud antes de que diera paso a otra cosa y le sonreí débilmente como hacia cada vez que lo veía.
-        Ale…- dijo con una sonrisa espléndida. Me toco la mejilla como si estuviera comprobando que era de verdad y no simplemente un sueño. Sentí un respingo en mi espalda, una corriente eléctrica que indicaba que mi adrenalina estaba subiendo. ¿Cómo era posible que tan solo una de sus manos me hiciera perder el control? ¿Y tanto entrenamiento para que?- has cambiado mucho- concluyo y sin previo aviso me abraso con fuerza, quede pegada a su pecho, sentí su rítmico corazón sonar al compás del mío y supe que era demasiado para mi.
-        Ha pasado un año- dije cortante mientras me alejaba de él y comenzaba a caminar por el parque lleno de árboles frondosos – y tu no has cambiado nada- dije con una ligera sonrisa mientras le tendía la mano para que el entrelazara nuestros dedos.

Se que era prematuro, que me había hecho más daño que nadie y que después de tanto tiempo no debía de tener tanta confianza con él pero necesitaba tenerlo cerca para saber que no se iría. Necesitaba saber que a pesar de todo lo vivido, Marcus aun seguía teniendo esa dulzura que ame desde el principio y que jamás olvidaría. Al parecer, Marcus sintió lo mismo, me tomo la mano con una linda sonrisa en el rostro.

-        ¿Qué? ha sido de tu vida? Te perdí y desapareciste de…
-        De tu mundo- dije rápidamente- no quiero sonar descortés Marcus, después de todo es la primera vez que me contacto contigo desde hace un año pero en definitiva tuve que hacer un gran esfuerzo para llamarte.
-        No sonó descortés, tu jamás suenas descortés.
-        No seas adulador, me conozco tan bien que sabes que conmigo eso no funciona. Y respecto a tu pregunta, me fui a Velmont por una temporada, quería estar lejos de todos. – sobre todo de ti  pensé pero no lo dije  
-        Me confundes- dijo después de un largo silencio. Preferí soltar su mano y alejarme un poco de él- ¿entonces por que apenas regresaste me buscaste?- preguntó, suspiré mientras lo miraba a los ojos.
-        Por que es momento de olvidar el pasado y perdonar para seguir adelante. Además nunca dejé de preguntarme como te iba, tal vez sea el momento de que me digas, que fue de ti…

Nos sentamos en una banca de madera y me hablo sobre su vida, sobre como le iba en la universidad, que había pasado con sus amigos y familia. A cada instante, sentía más confianza con él, volvíamos a reír y comenzábamos a jugar como antes. Caí en la cuenta que siempre seria así con Marcus. Que importaba si nos habíamos hecho daño antes, siempre terminaríamos de alguna manera de nuevo juntos, tal vez solo para hablar o pasar el tiempo, pero lo cierto es que siempre nos buscaríamos. Llegó el momento de hablarle sobre mi, algo que había estado tratando de evitar todo la noche por que no quería mentirle pero tampoco podía decirle la verdad.
-        ¿Por qué Velmont? Esta muy lejos de aquí ¿no?- preguntó
-        Por que tengo familia allí- dije, mi primera mentira. Yo no tengo familia. Ya no, desde que mamá murió hace 5 años, ¿pero, Marcus tenia que saber eso?
-        Pensé que…
-        Eran los tíos abuelos de mi madre, lo más cercano que tengo de familia.- le corte antes de que preguntara algo más.
-        ¿Y qué hiciste allí?
-        Estudie un poco.- mentí otra vez, no estudie nada, me entrene.
-        Genial…. ¿conociste a alguien?- preguntó indeciso después de un largo silencio
-        A muchas personas, soy alguien muy sociable ¿lo recuerdas?- dije y le sonreí con algo de ironía. Marcus sabia muy bien que me costaba hablar con la gente o por lo menos eso era antes.
-        Me refiero a….a que si estuviste con alguien.
-        Ah…pues no- dije por primera vez la verdad. No había tiempo para nada, solo practicaba para regresar a ti. Pensé pero preferí no decir nada.
-        Yo tan poco he estado con nadie- dijo el y yo reí.

Mi risa resonó en todo el parque. Hasta ese momento no había percibido que aquel parque tan extenso estaba algo desolado y silencioso, aun así le reste importancia y miré nuevamente los ojos de Marcus. Me paré y lo miré a los ojos con ironía.

-        Tu, Marcus Fleyn, el chico más popular de Libertown no estuvo con nadie ¿todo un año?-  pregunté con una ceja levantada.
-         No tuve nada serio todo el año, te esperaba a ti…mas bien te buscaba.
-        Tu te deshiciste de mi- dije soltando su mano que nuevamente se había entrelazado a la mía- ¿cómo crees que piense que me estuviste buscando si tu me dejaste?
-        Fui un tonto Ale, todos los días me lo repito, yo…yo no pensaba. ¿Me entiendes?
-        Tu jamás piensas…- dije en un susurro, molesta por que acaba de abrir la herida, los recuerdos ahora llegaban a mi con mucho dolor y rabia. Me abrasó con fuerza y pude ver por fin, justo detrás de el, un par de sombras que se movían por los árboles, con sigilo pero rapidez, se acercaban a nosotros.- Marcus…- hable en un susurro frio.
-        ¿Qué?- preguntó el sin soltarme.
-        ¿Vez a alguien detrás de mi? Por los árboles, ¿hay alguien?- le pregunte en un susurro casi inaudible. Marcus se tenso por un instante.
-        Si.- al decirlo mi corazón comenzó a latir con rapidez, sentí la adrenalina recorrer por todo mi cuerpo. Es que jamás me dejarían sola?- deben de ser mas parejas como nosotros- dijo el y se destenso pero yo sabia muy bien quienes eran. Reconocía su aroma de muerte a distancia.
-        Marcus, te amo- hable de improviso. Tome su rostro con mis dos manos y le di un beso. Marcus me abraso por la cintura y quiso seguir con el beso pero no había tiempo, junte nuestras frentes.- por favor, pase lo que pase no huyas de mi.- dije en un susurro.
-        Que?- pregunto el pero ya no hubo tiempo para aclarar mas cosas.

Con la agilidad de un gato saque de mi bolso las 4 shurikens en forma de estrella que siempre tenia. Sin darles tiempo para acercarse mas, lance dos con tal precisión que las dos sombras que nos asechaban por detrás de la espalda de Marcus se desplomaran al suelo sin vida. Voltee y con un rápido vistazo a todo mi alrededor, me di cuenta que no eran solo 4 como yo pensaba, sino se acercaban 4 mas por los otros dos costados.
-        Ya van dos faltan 6- me dije a mi misma y lance mis ultimas dos shurikens a los que estaban detrás de mi.

Eran hombres completamente de negro que se hicieron humo al desplomarse. “Los demonios siempre van a su realidad a morir, jamás lo hacen acá” me dijo la voz de mi maestro. Esto era una casería, me estaban cazando. Es de lo que me había advertido mi maestro. Fuera de los perímetros reales, yo seria un blanco para todos los demonios que quisieran mi sangre para poder mutar en algo más. Pero estaba preparada ahora si que lo estaba.

-         Que haces?- pregunto asustado Marcus. Le acaricie el rostro antes de que comenzara la verdadera acción.
-        Confía en mi- dije antes de correr hacia los otros dos hombres que se acercaban con rapidez inhumana por la derecha.

Metí las manos a los bolsillos de mi casaca y de ellas saque las medias lunas que me habían regalado en el instituto. Cada una tenia otras dos medias lunas contrapuestas muy filudas, dejando un espacio en el centro en forma semi ovalada para que pudiera agarrarlas desde allí y matar a cualquiera con este arma. Eran difíciles de utilizar si uno no sabia, por que tenían doble filo, pero para mi era pan comido. En tan solo unos segundos ya había acabado con el primer demonio que solo trataba de llegar a mi cuello. Otro minuto mas y acaba con el segundo demonio pero el grito desgarrador de Marcus me paralizo y el monstruo tuvo la oportunidad para morderme el hombro.

-        ¡Mierda!- grite furiosa y lo decapite de una sola. Su asqueroso icor color verde oscuro callo a mi rostro en gotas que ardían.

Vi a Marcus y observé como trataba desesperadamente de defenderse de sus atacantes pero estos le mordían el cuerpo sin piedad. Sin pensarlo dos veces lance mis dagas en forma de medialunas a los atacantes que cayeron desplomados al suelo.Corrí a ayudar a Marcus y lo sostuve justo a tiempo para que no se desplomara igual. Sentí el olor de su sangre en dos zonas del cuerpo, sus cortes no eran nada profundos pero sabia muy bien que la mordida de un demonio aun que no producía la muerte inmediata de un humano era muy dolorosa, mas que si uno me mordiera a mi. Se escucharon gritos y las sirenas de algunos patrulleros. De seguro el grito de Marcus había despertado a mitad del vecindario y los había alarmado de algún peligro.

-        Estas bien?- le pregunte en un susurro
-        Si…- dijo con debilidad- que fue eso?
-        Demonios Avox.- respondi- te contare todo pero primero tenemos que salir de aquí, no quiero que la policía nos vea. - Tome la mano de Marcus y me dispuse a correr pero este se paro en seco. Voltee la mirada y lo vi a los ojos, no teníamos tiempo para escenitas, teníamos que salir de allí y no solo por los policías sino que si esos Avox habían seguido mi rastro estaba segura de que vendrían mas. Además de que el icor comenzaría actuar en nuestros cuerpos pronto.
-        En que estas metida Alejandra?- pregunto el y yo suspire.
-         Te lo voy a contar todo, lo prometo, pero tenemos que salir de aquí! Ya!- dije y lo jale con fuerza.

¿Cómo explicarle que ya había muerto? ¿qué después de que el terminara conmigo, sufrí un accidente en la autopista y que esta, por un milagro es mi segunda vida? ¿Comó decirle que ahora mi sangre esta mezclada con sangre de Ángeles y por eso me persiguen los demonios? ¿Comó hacerle entender que ahora su vida esta entrelazada a la mía para siempre?

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